Tras la renuncia de Heinz Nordhoff en 1967, a fines de ese año fue propuesto como nuevo director de la casa Volkswagen un hombre: Kurt Lotz, convirtiéndose en el segundo CEO de la compañía.
Lotz (1912-2005), el segundo director ejecutivo de la Volkswagen, continuó consolidando la línea de trabajo abierta por el gran Heinz Nordhoff. |
Nacido el 18 de septiembre de 1912 en el seno de una familia de granjeros alemanes, y habiendo pertenecido a a Luftwaffe alemana durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó durante doce años en la compañía suiza Brown, Boverie & Cie, que fabricaba mayormente equipamiento eléctrico ferroviario, de la cual acabó siendo director tras haber accedido como secretario. Dirigió sus esfuerzos hacia la diversificación, invirtiendo en computadoras. Sin embargo, por desacuerdos con la firma, acabó abandonando la compañía.
Considerado un personaje fenomenal en la industria alemana por su rápido y sólido ascenso, se había negociado su incorporación a la compañía en octubre de 1968, pero al morir Heinz Nordhoff en abril, tomó posesión de su cargo antes de la fecha prevista.
Se encontró una situación curiosa y delicada en la compañía: tras años de esfuerzos en el territorio de ultramar, Volkswagen alcanzaba su pico de ventas en EEUU aquel mismo año. Sin embargo, la cara amarga brotaba en Alemania donde, amenazados por la competencia de Opel y Ford, así como por una recesión económica, los Escarabajos cedían terreno, no aumentando sus ventas en casa como era esperado.
Lotz fue el primero que puso en duda la conveniencia de continuar basando la oferta automovilística de Volkswagen en un modelo con varias décadas a sus espaldas. Así pues, impulsó rápidamente el trabajo en un modelo de vehículo urbano, alternativo, actual, que pudiera eventualmente sustituir al tan querido Vocho.
Ya en 1969 comenzaba a trabajarse en el Volkswagen Golf (también conocido como Volkswagen Rabbit en EEUU y Volkswagen Caribe en México), un vehículo compacto y del cual (en sus muy diferentes Mk, se han vendido ya más de 30 millones de unidades, suponiendo otro gran hito para la marca). Para ello, Kurt Lotz, consciente de que la casa Volkswagen carecía por completo de experiencia en el mundo de los vehículos refrigerados por agua y tracción delantera, y barajando tales opciones como más convenientes, solicitó asesoramiento a la casa NSU (que se unía a Audi, ya propiedad de Volkswagen, en agosto de 1969).
Sin embargo, la posición de Lotz dentro de la industria alemana del momento era más bien débil debido a su ideario político. La marca Volkswagen se había convertido en todo un buque insignia de la nación y Lotz trabajaba con todo el viento en contra.
Kurt Lotz renunció a su cargo en 1971, a favor de Rudolf Leiding, y dejó bien trazadas las líneas que marcarían el desarrollo de Volkswagen durante las década de los 70: mejorar al máximo el concepto del Volkswagen Beetle, sin perder de vista su desgaste y, por tanto, trabajando a fondo en un grandísimo modelo que diera la talla como sucesor del Vocho.
Lotz recibió un doctorado por la Universidad de Mannheim y falleció en 2005.
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