Hoy vamos a desplegar una batería de curiosidades varias del Volkswagen Escarabajo… ¡que las disfruten!
Aunque estuvo en producción durante XX años y la evolución estética del modelo fue mínima a lo largo del tiempo, sólo una pieza serviría para todos y cada uno de los más de 21 millones de Beetle producidos: la goma aislante de la tapa del motor.
El concepto del Volkswagen Escarabajo inspira directamente los modelos deportivos de Porsche, desde el 356 al 911, con motores bóxer traseros que propician una transmisión directa a las ruedas y unas poderosas aceleraciones.
Un Volkswagen Beetle de 1968. |
Algunos de los primeros prototipos del Beetle carecían de luna trasera debido a la disposición del motor.
El Volkswagen Sedán es el vehículo de diseño continuado fabricado durante más años: sesenta y cinco, desde 1938 a 2003 (el Ford T se fabricó entre 1908 y 1927).
Ha prestado sus servicios a la policía de varias decenas de países: Nueva Zelanda, Australia, Malasia, Tailandia, Indonesia, Austria, Alemania, Suiza, Sudáfrica, Zaire, Nigeria, Costa Rica, Bolivia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Noruega, México, Brasil, Perú, Venezuela, la extinta Yugoslavia, Portugal o Suecia...
Un Volkswagen Beetle con sus juntas en buen estado tiene la estanqueidad suficiente para no hundirse si es introducido en el agua. En 1963 dos fans boloñeses cruzaron el Estrecho de Messina, Italia, recorriendo los 7 km que separan Calabria de Sicilia en 38 minutos. Un irlandés, Mac Buchanan, navegó con su VW entre la Isla de Man hasta la costa inglesa (59 km) en una travesía de 7 horas y media. El Vocho también ha sido puesto a prueba en el agua en lugares tan dispares como la Bahía de Hong-Kong, el Estrecho de Singapur o el Lago Michigan.
El Volkswagen Sedán tuvo diferentes motorizaciones a lo largo de su historia. Para denominarlas no se usaron nombres comerciales, tan sólo el tamaño de sus motores en centímetros cúbicos: 1100, 1200, 1300, 1500 y 1600, con las excepciones del 1302 y el 1303.
En 1950 el Presidente de la Volkswagen, Heinz Nordhoff, ofreció un reloj de oro y una placa conmemorativa a todo propietario de un Escarabajo que hubiera superado los 100.000 km sin desperfectos en el motor. Prácticamente todos los propietarios de Escarabajos lograban demostrarlo, así que hubo que suspender el ofrecimiento.
Dejó de producirse sobre suelo alemán en 1974. El último lugar donde se fabricó, México, interrumpió la producción en 2003.
Hasta la introducción de la archiconocida suspensión McPherson en 1971, los Beetle utilizaron la suspensión por doble barra de torsión (que se mantendría en los modelos con motorización de 1.200 cc).
El Volkswagen Golf, con 24 millones de unidades vendidas, y el Toyota Corolla, con 32 millones de unidades vendidas, han batido los más de 21 millones de Escarabajos fabricados, pero el VW tiene el mérito de que su diseño ha sido único y no desarrolló sucesivas Mk a lo largo de su historia.
En la década de los cincuenta la casa Volkswagen solicitó a la prestigiosa firma Pininfarina que propusiera modificaciones estéticas en el Escarabajo. Su respuesta fue: “Es hermoso tal y como es, ¿por qué cambiarlo?” Tan sólo sugirió la ampliación de la luna trasera unos centímetros.
En 1997 fue concedido el Premio Guinness de los Récords a un Volkswagen Escarabajo de 1963, propiedad de Albert Klein, Pasadena, California, EEUU, como “el vehículo que más kilómetros ha recorrido y sigue recorriéndolos”, un total de 2,434.575 km.
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