miércoles, 4 de julio de 2012

LOS VOLKSWAGEN MILITARES

El 1 de septiembre de 1939 dio comienzo la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia por parte de las fuerzas nazis alemanas. La fábrica de Volkswagen de Wolfsburg, que trataba de iniciar su andadura produciendo a gran escala los KdF-Wagen para el orgulloso pueblo alemán, se volcó en la fabricación de piezas para el Junkers 88, bombas V1 y estufas para el frente ruso, pero especialmente dos vehículos militares que pasarían a la Historia de los vehículos refrigerados por aire: el Kübelwagen y el Schwimmwagen.

El Kübelwagen, versión militar del Volkswagen, conocido como
Tipo 82 y diseñado también por el propio Ferdinand Porsche.

El Kübelwagen es propiamente la versión militar del Volkswagen Escarabajo, del que tan sólo habían sido producidas 210 unidades destinadas a altos cargos nazis. Sobre el mismo chasis modificado para dotarlo de mayor altura, tiene una carrocería de chapa plana con molduras de refuerzo y un interior espartano. Hubo varias versiones: con chasis reforzado para cargas pesadas, con sirena aérea, camioneta de reparto, grúa de remolque, quitanieves e incluso un modelo adaptado para conducir sobre las vías del tren, así como seis prototipos con tracción a las cuatro ruedas, característica propia y definitoria del vehículo equivalente de las fuerzas estadounidenses, el Jeep de Willys-Overland.

Los planos de Porsche para el Kübelwagen, fechados el 5 de mayo de 1940.
La producción en Wolfsburg se inició meses después.

La fabricación del Kübelwagen comenzó el 21 de diciembre de 1940, alcanzando un total de 50.000 unidades montadas durante toda la guerra.

Su motor era un 985 cc con 22,5 CV de potencia, si bien tres años más tarde el motor mejoraría a 1.131 cc y 25 CV. Sus cuatro puertas tenían los goznes montados sobre el pilar central y disponía de ganchos para remolque delanteros y dos faros montados sobre los guardabarros, si bien también disponía de luces para conducción nocturna camuflada. La rueda de repuesto y una pala coronaban un capó que, por otro lado, no podía abrirse y tan sólo contenía la suspensión delantera y el depósito de combustible. Como curiosidad, el depósito se llenaba desde una boquilla ubicada sobre el pedal de embrague.

Un Kübelwagen en acción en el frente durante la Segunda Guerra Mundial.

Las virtudes del Kübelwagen fueron puestas de manifiesto sobre uno de los más complicados terrenos para la guerra, el desierto. Para la campaña del Norte de África fue modificado con protecciones para el sistema eléctrico, refuerzo del sistema de refrigeración y filtro de aire sobredimensionado, pero increíblemente fueron enviados al frente ruso y el Mariscal Rommel recibió Kübelwagen ordinarios con neumáticos especiales que incluso con su configuración estándar rindieron al 100%.

Dos anécdotas que nos proporciona el libro "Volkswagen: Un coche para la Historia" de Clive Prew, dan buena cuenta del valor de la versión militar del Beetle: un vehículo capturado y enviado a Inglaterra contenía en su armazón casi 50 kg de arena sin que ello mermara su funcionamiento; por otra parte entre los aliados se intercambiaban a razón de dos Jeep por un Kübelwagen.

El Schwimmwagen, como vehículo anfibio, fue concebido como un tubo hermético que contenía las partes móviles aisladas del agua. También fue fabricado en el lugar donde iba a construirse el Vocho, el automóvil para el pueblo alemán. Como curiosidad, se movía con tanta facilidad en el agua que desde el Departamento de Armamento alemán se propuso la instalación de luces de navegación.

El Schwimmwagen, un automóvil militar con un aspecto realmente excéntrico
producto de sus características anfibias que tanto valor le dieron durante
el transcurso de la Segunda Guerra Mundial.

El Tipo 128 tenía motorización de 984 cc, pero todas las versiones posteriores se actualizaron a la misma motorización definitiva del Kübelwagen: 1.131 cc y 25 CV de potencia, gracias al aumento en 5 mm del calibre de los cilindros. Como algo característico, el Schwimmwagen sí tenía tracción a las cuatro ruedas, que se activaba con una quinta velocidad o bien a traves de una palanca en otros modelos. Dos versiones más, los Tipo 138 y 166, fueron a parar directamente a las SS.

También espartano el interior del Schwimmwagen. Apréciese el entablado
para evitar el encharcamiento del calzado en caso de entrada accidental
de agua en el habitáculo.

Carecía de puertas y, al modo del Kübelwagen, llevaba la rueda de repuesto sobre un capó que no se abría. En la parte trasera, basculando sobre el motor, estaba la hélice que se podía subir y bajar con una barra para que actuara en el agua tomando la fuerza del cigüeñal mediante una acanaladura. El silenciador del tubo de escape quedaba colocado justo tras las cabezas de los ocupantes de los asientos traseros. Todos los que hemos conducido un Volkswagen Escarabajo podemos imaginar el estruendo.

En esta imagen puede apreciarse la disposición del silenciador, así como
la barra que permitía la colocación de la hélice bajo el nivel del agua.

Tenía dos depósitos de combustible y un sistema de lubricación especial para que el eje delantero pudiera soportar la presión del agua. Su velocidad máxima en tierra era de 80 km/h y en el agua de unos 6 km/h (unos 3,24 nudos). Para finales de la guerra se habían fabricado 14.238 unidades, un número nada desdeñable.


Ya sabes… si por una casualidad vives en Europa y tienes la suerte de abrir un granero cerrado por muchos años, lo más deseable que te podría pasar es encontrar un Kübelwagen o un Schwimmwagen bajo una montaña de heno… Si te llegara a suceder, ¡envíanos fotos!

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